viernes, 31 de enero de 2014

Un paseo entre nubes

¡Hola! Como veis he empezado el año muy activa por aquí y eso que apenas suelto la aguja...
En esta ocasión os quiero enseñar el juego de cuna que mi madre le preparó a Lidia. 
Cuando una se queda embarazada la primera vez y aterriza después de la emoción, viene a la cabeza la ingente suma de dinero que va a tener de desembolsar en un breve espacio de tiempo. Cuando tienes el dinero por castigo no es un problema porque haces una lista y punto, pero cuando no es el caso y vives bien, pero no para tanto, el coco se ha de iluminar. ¿Habéis sentido esto?. Pues mi hermana lo sintió cuando vio los precios de las vestiduras para la cuna: un pastizal.
Acto seguido, mi madré tomó medidas de la cuna y.... ¡A coser!
Después de un par de semanas dándole vueltas y más vueltas al final consiguió terminar y...



 ... voilà! Lidia ya podría dormir calentita con su edredón suave, acolchado y único. y con su cabeza protegida de los posibles golpes con su chichonera.
De verdad que la diferencia de precio entre un juego comprado y uno de fabricación casera es sustancial. Y no digamos del factor de la originalidad: nadie tiene uno igual. Y no os digo cuando la siguiente criatura es otra niña preciosa que disfruta de ello.
Además, el cariño que se le pone a las cosas caseras no hay fabricante que lo iguale.

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